LA
EDUCACIÓN EN EL HUMANISMO Y RENACIMIENTO
El humanismo y el renacimiento se manifiestan
en los siglos XV y XVI, tras el avivamiento de actividades culturales y
civiles, dadas especialmente en el siglo XI. Dándose una completa revolución
humanista, descubriendo al hombre, renovando la educación su educación; es
decir exaltando al individuo. Así pues se convirtió en mito de oro contra la
barbarie donde no se luchaba por una civilización solamente cristiana sino
esencialmente humana, de una edad nueva resplandeciente de luz en inspirada en
el mundo greco-romano, contra las tinieblas de el medievo.
La exaltación por el individuo hace que se
generes críticas en contra de aquellos pensadores como Aristoteles que se basan
en insuficiencias humanas, por lo cual Galileo Galilei menciona que los
elementos más útiles para construir la ciencia son la experiencia personal y
echarle un ojo a la naturaleza.
En estas épocas, la cultura no era exclusividad
de clérigos. La nueva ciencia se fue liberando de ése pensamiento teocéntrico. Lo ajenos al mundo
estaba fuera del alcance de la fe, sin referencia alguna al dogma ni
escrituras.
La
investigación y educación del hombre para el hombre se desarrolló en los
principios de la naturaleza,
acrecentando el amor por la antigüedad clásica, retomando los programas
educativos del orador romano: Las artes liberales “son estudios dignos de un
hombre libre a través de los cuales, se recibe y se ejercita la virtud y la
sabiduría”, además de que estas artes permiten el contacto directo con el
hombre.
La educación humanista fue considerada
esencialmente formal dejando a un lado la mecánica de la repetición y
sustituyéndola por la alegría de la libre interpretación de los clásicos. Se
habló de una educación integral y que no se ignoraran y se tuvieran en cuenta
para la formación humana las ciencias física, las matemáticas y la
astronomía. Además, se consideraba el
desarrollo armonioso y completo del hombre, impulsó a los educadores a dedicar
tiempo a la educación física, mediante el ejercicio de la caza, de la pelota y
de la natación.
Las escuelas de Guarini y Vittorino ,
inspiraron otras escuelas en el humanismo y el renacimiento, estos teóricos
rendían culto a Plutarco, Ciceron y Quintiliano. El primero produce cierta
desconfianza por la educación de la familia y prefiere la instrucción pública a
la privada. El segundo trata de conciliar en el campo pedagógico el ideal
humanístico y el cristiano. Por último la educación femenina concebida en un
sentido más liberal.
El ideal educativo burgués encarna en
aspiraciones de una familia honesta y equilibrada: los hijos han de ser
educados de modo que se provoque el máximo desarrollo de las dotes
individuales, procurándose una fe religiosa.
Finalmente, el verdadero sentido humanista
tiene el propósito de insistir en la necesidad de que la educación no tenga en
cuenta sólo los valores de la creación y la libertad individual, sino que
aclare sus relaciones con la tradición para así justificar el progres y poder
llegar a ser persona humana.